En mi "Autorretrato lleno de euforia" me represento como un surtidor múltiple de cervezas variadas (Stout, Ale, Strong Ale e IPA), cuyo grifo es un puñal clavado en mi espalda. Quienes me siguen sabrán, y quienes me conocen saben, que soy un fanático de este néctar fermentado, aunque tal vez no sepan que para mí, como para tanta otra gente, es indisociable de los estados de ánimo más elevados. Cuanto más contento estoy, más me gusta beberlo, porque su alcohol alimenta mi alegría y la hace crecer más y más, a veces hasta el éxtasis, y su sabor sencillamente me fascina. Pero debo confesar que casi nunca bebo para pintar; es una actividad que reservo para mis parcelas de ocio. Me gusta beber tranquilo, sabiendo que no tengo nada que hacer, salvo disfrutar de mi maravillosa y ajetreada vida, una aventura existencial cuya condición incierta, y a veces terrible (lo cual le añade emoción, para qué voy a engañarme), me impele a trincármela a grandes tragos. ¡Salud!
Alto: 57cm
Ancho: 38cm
Profundidad: 1cm
Obra con marco: no