España |
Técnica Mixta |
Nací infectado por un virus, el del arte, que se ha ido extendiendo por mi alma a lo largo de los años; los primeros, como los de cualquier niño, fuer...Ver más on los del lápiz, a los que siguió un largo paréntesis, una época de confusión, inducida por las exigencias de una sociedad vulgar y materialista, obsesionada con fabricar autómatas sin voluntad que contribuyan al crecimiento económico, a la prosperidad de las naciones y a una globalización cuyos únicos beneficiarios se cuidan mucho de mostrar su rostro. Por fortuna, cuando aún no era demasiado tarde para perseguir el sueño que había alumbrado al escapar, tras no pocas dificultades, de las tinieblas, reprendí mi pasión innata, el dibujo, a la que se le sumaron, al cabo de un tiempo, la acuarela, y más tarde, la escritura. Desde entonces no he parado, primero, de dibujar, después, de dibujar y pintar, y finalmente, de dibujar, pintar y escribir, de modo que no me sorprendería que, tarde o temprano, surgiese en mí otra faceta artística, que, por supuesto, acogería con muchísimo gusto. Mi curiosidad y mis ganas de crear son ilimitadas, como lo atestigua mi cada vez más voluminosa obra, que lo sería aún más si no me viese obligado a trabajar en el frenético mundo de la hostelería para sobrevivir. Pero el esfuerzo, la perseverancia y la pasión suelen acabar premiándose, y yo, aplicado discípulo de esa extraordinaria virtud llamada paciencia, sigo andando mi camino sin desesperar casi nunca. Después de lo que precede, no habrá ninguna duda sobre el destino que deseo para mí; lo labraré con todo mi amor, para obtener de él los frutos más gordos, sabrosos y jugosos, y los disfrutaré como sólo puede hacerlo aquél que sabe cuánto le ha costado conquistar cada centímetro de un espíritu tan profundo como complejo y rebelde, pero, a la vez, rebosante de vida creativa.