Fueron unos días de tremenda lucidez, o alienación, no lo sé, pero el caso es que me vi capaz de expresar toda la angustia que puedo llegar a sentir, y me lancé al vacío para pintar esta pieza. Creo recordar que apenas pensaba, sólo movía los pinceles, obedeciendo ciegamente las órdenes de mi cerebro completamente ido. Debo reconocer que me siento bastante orgulloso de ella, tanto por el resultado como por haber emanado de mi interior sin pasar por ningún filtro, y ruego a mi dios que me sirva de inspiración para producir más obras así.
Alto: 52cm
Ancho: 38cm
Profundidad: 1cm
Obra con marco: no